CADA UNO CREA SU PROPIO DIOS

Cada uno crea su propio dios, en base al que se nos impone o al que aceptamos recibir. Dios (cualquier dios) es una proyección de nuestro afán por trascender a partir de nuestras propias carencias, temores y limitaciones.

Creamos un ser al que le atribuimos una condición suprema como protector, como fuente de sabiduría y como confidente. Sólo que, al no existir realmente, no está allí cada vez que lo buscamos, sino cuando queremos creer que nos ha escuchado.

En todo caso cada quien es libre de construirse el dios que quiera, y con seguridad una vez extraído de sí y creyendo que tiene existencia propia lo buscará imponer.

Por eso, ante la idea de dios no cuentan ni ateismos ni agnosticismos, sólo la conciencia que ese dios irá volviéndose cada día más humano, cuando el humano se vaya convirtiendo en su propio dios.